Los contaminantes en la superficie y su impacto en proyectos de recubrimientos

Los clientes o usuarios finales exigen un nivel de calidad cada vez más alto para sus proyectos de nueva construcción o mantenimiento de recubrimientos industriales.

Las expectativas de durabilidad de los sistemas de recubrimientos protectores es cada vez más alta llegándose a pedir durabilidades superiores a los 15 años antes de que sea necesario efectuar el primer mantenimiento del sistema protector de un activo o elemento estructural que en su día fue preparado y tratado de acuerdo a las especificaciones del cliente.

Uno de los aspectos más importantes en un proyecto de recubrimientos es el de la eliminación de contaminantes superficiales. Los contaminantes superficiales impiden el correcto comportamiento de un sistema de recubrimientos.

Los contaminantes son impurezas que pueden provenir del ambiente o de los procesos u operaciones de fabricación y montaje. Dichos contaminantes pueden ser visibles como el caso del polvo, grasa, aceite, óxido, herrumbre y otro tipo de materia extraña o no visible como el caso de las sales solubles y algunas películas de aceite o grasa que no se aprecian a simple vista y deben ser evaluadas de forma adecuada.

¿Cómo afectan los contaminantes a los recubrimientos?

Los Contaminantes presentes en una superficie que afectan en los proyectos de recubrimientos pueden dividirse en tres grandes grupos:

–        Contaminantes expuestos en la superficie.

–        Contaminantes en el ambiente susceptibles a adherirse a la superficie.

–        Contaminantes en el producto o equipos.

Los contaminantes suelen influir en el desempeño de los recubrimientos tanto en la adherencia del sistema de recubrimientos al material base como la adhesión entre capas de los recubrimientos.

Las especificaciones no son claras a la hora de determinar la cantidad, frecuencia y tipo de contaminantes que pueden permanecer en una superficie antes de aplicar un recubrimiento, así como los métodos de medición y ensayo para medir la presencia de estos contaminantes.

Cualquier contaminante atrapado en el metal o material desnudo al que posteriormente se le vaya a aplicar un tratamiento, revestimiento o pintura, impedirá el correcto desarrollo del mismo creando defectos o imperfecciones en el recubrimiento afectando en gran medida a la adhesión del mismo con el material base. Esto conllevará a fallos prematuros en esas zonas y la probable necesidad de tener que realizar trabajos de mantenimiento antes de lo previsto incurriendo en extra costes.

Las ingenierías o personal que redacte pliegos técnicos deberían de tener en cuenta lo siguiente a la hora de especificar:

  • Durabilidad realista del sistema protector.
  • Condición inicial de la estructura.
  • Ambiente de trabajo.
  • Almacenamiento de la estructura en proyecto.
  • Procesos de preparación y tratamiento de superficies.
  • Logística y posibilidad de control ambiental.
  • Control de calidad en los productos y equipos.
  • Contaminantes permitidos y no permitidos en superficie.
  • Método de inspección.
  • Criterios de aceptación y rechazo.
  • Coste de la eliminación de contaminantes al grado deseado.

 

Los especificadores deben de conocer en detalle las normas de limpieza de superficies en el momento en el que van a describir un grado de limpieza para la aplicación del recubrimiento. La serie de normas ISO, NACE y SSPC para limpieza de superficies hace mención al tipo de contaminantes visibles que pueden permanecer o no en la superficie cuando ésta es evaluada sin aumentos.

Existe una gran variedad de contaminantes que al ser evaluados con aumentos u otros métodos se pueden detectar en una superficie y estos pueden afectar al correcto desempeño del sistema protector. Existen diferentes industrias con distintos criterios a la hora de definir la presencia o eliminación de contaminantes superficiales en el sustrato, material base o entre capas antes de aplicar un recubrimiento o incluso inclusiones en acabados de recubrimientos no permitidas, como puede ser el caso del sector del yate.

El especificador debe de establecer los requisitos en cuanto a tipo y cantidad de contaminantes que pueden estar presentes en una superficie si es que se permite alguno. En el caso de que se permita la presencia de contaminantes hasta un cierto punto, debe delimitarse correctamente, así como su método de inspección y los criterios de aceptación y rechazo.

Los equipos principales con los que debe de contar un técnico o inspector a la hora de evaluar los contaminantes superficiales en un proyecto de recubrimientos son:

 

  • Linterna de mano de 500 Lux o superior.
  • Kit para la evaluación del polvo en superficie de acuerdo a ISO 8502-3.
  • Kit para la evaluación de sales solubles en superficies.
  • Tiras reactivas para evaluar el PH.
  • Anemómetro para evaluar la velocidad del viento y prever la inclusión de contaminantes ambientales a la superficie.
  • Normas de limpieza de superficies y comparadores visuales.
  • Kit para evaluar el caleo o enyesado.
  • Kit para evaluar la exudación de aminas.
  • Linterna ultra violeta para detectar la presencia de aceites y grasas poco visibles.

 

Conclusión: Los contaminantes impiden el correcto desempeño de los recubrimientos. La mayor parte de los fallos prematuros que se dan a consecuencia de la presencia de contaminantes en superficie, pueden ser evitados con una correcta especificación, inspección y supervisión de los trabajos de pintado, lo cual supondrá un aumento significativo en la durabilidad de sus sistemas protectores.

En muchas ocasiones el no especificar adecuadamente el nivel de contaminantes permitidos en superficies, así como establecer el método de control o inspección adecuado puede conllevar a extra costes en el proyecto que pueden resolverse con el asesoramiento adecuado.

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